domingo, 22 de marzo de 2015

LOS INDIOS HOPI



Esta vez hablaré sobre una tribu de América del Norte, que tiene una filosofía digna de análisis. Les invito a conocer su historia.

Los indios Hopi pertenecen al grupo de antiguos habitantes de la meseta central de los Estados Unidos. Sus costumbres y tradiciones se adentran en lo más profundo de la prehistoria, pero no en su actual emplazamiento, sino en un lejano territorio que los Hopi llamaban Kasskara, y que fue víctima de guerras y cataclismos que apunto estuvieron de exterminar a toda su raza. De acuerdo con la tradición Hopi, la historia de la Humanidad está dividida en períodos que ellos denominan Mundos, los cuales están separados entre sí por terribles catástrofes naturales: el primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el tercero por el agua. Nuestro actual mundo, que es el cuarto según sus profecías, está tocando a su fin, y dará paso a un nuevo mundo en un futuro no muy lejano. En total, la Humanidad deberá recorrer siete periodos.

Los indios Hopi afirman, que sus antepasados fueron visitados por seres procedentes de las estrellas que se desplazaban en escudos volantes o pájaros tronantes, y dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas. Estos salvadores eran los katchinas (o kachinas), que significa, sabios, ilustres y respetados. Los Katchina, lograron poner a salvo a su pueblo de uno de estos cataclismos, y de ellos aprendieron a observar las estrellas, cortar raíces, aplicar leyes y una larga lista más de actividades. Se multiplicaron como pueblo, y de ellos surgieron nuevos clanes y naciones que se extendieron por toda América. Los Katchinas ayudaron a los elegidos a trasladarse a nuevas tierras.

Este hecho marcó el fin del tercer mundo y el comienzo del cuarto. La población, de acuerdo con el recuerdo tradicional de los Hopi, llegó a la nueva tierra por caminos diferentes: los seleccionados para recorrerla, inspeccionarla y prepararla, fueron llevados allí por aire, a bordo de los escudos de los katchinas. El gran resto de la población, tuvo que salvar la enorme distancia a bordo de barcas. Es preciso aclarar que, desde el primer mundo, los humanos estaban en contacto con los katchinas. Se trataba de seres visibles, de apariencia humana, que nunca fueron tomados por Dioses, sino solamente como seres de conocimientos y potencial superiores a los del ser humano. Eran capaces de trasladarse por el aire a velocidades gigantescas, y de aterrizar en cualquier lugar. Dado que se trataba de seres corpóreos, precisaban para estos desplazamientos unos artefactos voladores que recibían diversos nombres.

Hoy en día los katchinas, ya no existen en la Tierra. Un día los katchinas les dejaron, regresaron a las estrellas y los pueblos olvidaron las enseñanzas de sus maestros. Los Hopi, como fieles seguidores de las tradiciones de sus antecesores, continúan esperando el regreso de sus maestros para cuando termine el mundo actual. A la espera de este ansiado regreso, los Hopi han venido fabricando rigurosamente con el mismo diseño generación tras generación, unas máscaras y muñecos que al igual que sus maestros llaman katchinas. Estos muñecos portan extrañas indumentarias y cascos, así como representaciones de animales con una fuerte connotación simbólica, para resaltar el carácter individual de los verdaderos katchinas o maestros a quienes representan. También estos muñecos son la forma idónea de que los niños jueguen, no se asusten y reconozcan a los katchina cuando estos regresen de nuevo. Según los Hopi, las primeras señales proféticas para que esto suceda, ya están apareciendo.

Según la filosofía de los Hopi, no basta con buscar las cosas del espíritu a un nivel personal. Es egoísta hacerlo así, y quienes buscan lo espiritual sólo para si mismos no están buscando cambiar al espíritu que se mueve a través de los corazones de los hombres. Ellos están escapando, eludiendo su responsabilidad, y usando su conocimiento para su propia glorificación. Un hombre espiritual debe trabajar por un principio, por una causa, por una búsqueda mucho mayor que la glorificación de si mismo, para cambiar el espíritu que dirige a los hombres hacia su destrucción.

Intentar vivir una vida espiritual en la sociedad moderna es el camino más difícil que se puede recorrer. Es un camino de dolor, aislamiento y pruebas de fe. Pero es el único camino que puede hacer nuestra Visión una realidad. La verdadera búsqueda en la vida, es vivir la Sabiduría de la Tierra dentro de los confines del hombre. No hay iglesia ni templo que necesitemos para encontrar la paz, porque nuestros templos están en la naturaleza. No hay líderes espirituales, porque nuestros corazones y el Creador son nuestros únicos líderes. Nuestro número es reducido, porque pocos hablan nuestro lenguaje o comprenden las cosas que vivimos. Así, recorrimos solos nuestros caminos, porque cada Visión, cada búsqueda, es única para cada individuo. Pero debemos caminar en la sociedad, o nuestra Visión morirá. Porque un hombre que no vive su Visión, está viviendo su muerte

A la conclusión que llego, es la claridad y simpleza que tienen los Hopis, para darnos su visión de las cosas. Ellos nos dicen que fueron visitados por seres de las estrellas, inmediatamente lo asocio con las visitas de los ovnis, cosa que existe, porque no creo que seamos los únicos habitantes del Universo, aunque todavía hay gente que no lo acepta con toda la evidencia que existe, además de gobiernos que no entregan toda la información que eso conlleva. Otra cosa que considero que ellos tienen razón, según mi punto de vista, es el hecho de que nosotros venimos de las estrellas, respeto a los que creen que la creación se hizo en 7 días como varias religiones monoteístas lo sostienen y a los que consideran que el mundo se cree por medio de la selección natural, y que provenimos del mono, según Charles Darwin. En algún momento de mi vida, estuve a favor de ambas, pero ahora me hace más sentido de que provenimos de seres que llegaron de otras galaxias y constelaciones. Deseo aclarar una cosa, cada cual es dueño de pensar lo que estime conveniente en lo que respecta a como se creó nuestro mundo.

Me llama poderosamente la atención el concepto que tienen de que es errado buscar lo espiritual sólo para satisfacer a nuestros egos, situación que comparto plenamente, ya que no faltan pseudolíderes que dicen tener la solución a nuestros problemas, ya sea en una filosofía, religión, secta o en cualquier ciencia. A título personal, nadie es dueño de la verdad, como tampoco acepto a la gente que se cree iluminada. Tengo la convicción de que las personas más avanzadas espiritualmente le abren el camino a los que están comenzando a cuestionarse haciéndose las preguntas más trascendentes en sus vidas y remeciendo conciencias a los que aún siguen dormidos y no andan presumiendo de lo que saben. Nadie nació sabiendo y por ende, los que más saben entienden mejor que nadie lo difícil que es salir del estado de letargo espiritual para despertar y buscar el sendero que nos lleve a ser personas más conscientes y sabias con la naturaleza y con los demás. Por lo tanto, los Hopi se acercan con su filosofía, a lo que todos creemos y aspiramos, esto es, Propósito, Trascendencia y Eternidad.

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