RAZON VERSUS FE

Cito nuevamente al texto "Historia de la Filosofía" de Michele Federico Sciacca, para esta reflexión que deseo compartir con ustedes.

Santo Tomás de Aquino, nos plantea su solución para este conflicto entre Razón y Fe. Este representante de la Escolástica Medieval, plantea que la relación entre la Razón y la Fe, admite que son distintos, pero no separados.

Entre la Razón y la Fe no puede haber conflicto, porque una y otra derivan de Dios. Así pues, Razón y Fe están en relación y armonía, según Santo Tomás, pero siendo distintas cada una tiene su propio dominio; a la primera le corresponde el campo de la Verdad Natural, a la segunda el de la Verdad Sobrenatural. Las dos verdades no se contradicen, pero tampoco se confunden. La distinción no excluye el acuerdo entre ellas, lo mismo que lo sobrenatural no excluye a lo natural, sino que lo supone, lo fortalece y lo sublima.

Siguiendo su linea de argumentación, no se trata de separar la Filosofía de la Religión, sino sólo de considerarlas como distintas que son. Delimita los campos de indagación de ambas. La Razón, para sistematizar y organizar las verdades reveladas y la Fe, para completar la visión de la vida, resolviendo aquellos problemas que la Filosofía puede plantear, pero que no puede resolver.

A pesar de que los dos campos son muy distintos, hay verdades que al mismo tiempo son verdades de razón y verdades de fe, como la Existencia de Dios y la Inmortalidad del Alma. De esta forma, Santo Tomás establece el equilibrio entre Razón y Fe.

La conclusión a la que llegó es la siguiente: Este conflicto entre Razón y Fe, haciéndolas enemigas e intentando destruirse una a la otra, nos ha provocado un daño inmenso, retrasando nuestra evolución en todo plano. Prosiguiendo con este argumento, el hecho de que sean diferentes, no significa que una sea mejor que la otra, cada una tiene su campo de acción claramente delimitado, y considero que ambas se complementan y potencian una de la otra. Por lo tanto, Razón y Fe coexisten y convergen como una linea de tren, paralelas porque no se tocan, pero juntas porque los rieles somos nosotros que necesitamos de ambas para encontrarle un sentido a nuestras vidas y para trascender como seres espirituales que somos.