Hoy deseo compartir una reflexión con mis
Hermanos del Conocimiento y la Trascendencia Espiritual.
Si bien, los avances de la Tecnología, nos han
proporcionado un avance cualitativo y cuantitativo en todos los campos
científicos, promovido especialmente desde la época de la Revolución Industrial
hasta nuestros días, sin embargo tanto adelanto no se condice con el escaso
avance valórico y espiritual que como sociedad hemos percibido en este último tiempo.
Me acuerdo más jóven, que antes había una
cultura de respeto, de pedir por favor cuando se necesitaba algo, de agradecer
la ayuda prestada, habían horarios que se cumplían, a cierta hora se levantaba,
almorzaba, se acostaba, etc. Las personas mayores y a las mujeres que estaban
embarazadas, se les cedían los asientos de las micros y uno saludaba por
cortesía y buena educación a toda persona que pasara por la calle, y sin ser
alguien que uno conociera a priori. Además, antes en la Escuela se respetaba la
voz del Profesor, y había mucho más orden y disciplina que hoy en día. Si te
retaban y te castigaban, ya sea en la casa como en el colegio, en lineas
generales, nadie salía traumado ni tenía que ir con el Psicólogo. No habían
celulares, y se jugaba mucho más que ahora, ya que la mayoría de los niños
tienen lo más avanzado en telefonía móvil, y sólo juegan con eso más que
interactuar con sus pares, lo que aumenta la inadaptabilidad y la
virtualización de las relaciones sociales en un futuro cercano.
En síntesis, me gustan los avances de esta
época, no obstante, añoro esa época donde se forjaban los valores del respeto,
orden y disciplina. Donde estaba la cultura de la cordialidad y los valores,
donde las personas se relacionaban con sus pares y existía la sensación de que
éramos una gran familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar en este blog.