VIVIR EL PRESENTE

Esta reflexión viene de un cuento Budista con este nombre.

Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: Me han dicho que tú eres sabio. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás personas. El anciano le contestó: cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo. Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido. Yo no lo creo así, le replicó el anciano. Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar. El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.

           

La conclusión que me deja es que hay que vivir el presente, enfocarnos en el ahora, dejar el pasado y no inquietarse por el futuro. Aprendamos a desapegarnos de lo que ya no sirve, porque la vida es una constante de múltiples cambios y la clave es saber adaptarse a los nuevos escenarios que la vida nos depare. Tomando conciencia de vivir el momento, encontraremos el anhelado equilibrio emocional, mental y espiritual.