En la Historia de la Humanidad, cualquier
idea que en su época fue innovadora o revolucionaria, no fue aceptada a priori
sin haber una fuerte oposición.
Basta con revisar y examinar
la abundante demostración de lo que estoy comentando, si bien hay muchos
ejemplos en distintas épocas y distintos países en todo el orbe.
Un ejemplo claro, es Jesús,
cuya doctrina fue resistida por el Sanedrín Judío, en los cuales estaban los
Fariseos y Saduceos, fue tanta su oposición que llegó a ser condenado a muerte
por Poncio Pilato, para después ser crucificado.
Otro ejemplo, cuando se dijo
que la Tierra
no era el centro del Universo, si bien este principio fue dicho por el astrónomo
polaco Nicolás Copérnico, fue Galileo Galilei quién defendió denodadamente esas
ideas y que por esta actitud, sufrió la ira de la Inquisición, quién lo
hizo abjurar de publicar sus doctrinas.
Hay muchos ejemplos que la Historia generosamente
nos proporciona, sin embargo, mi punto es que en nuestras vidas, no temamos a
tomar decisiones que a la mayoría de la gente no les parece porque eso no
significa necesariamente que estemos equivocados, ya que siempre habrá
oposición a las cosas nuevas y revolucionarias que aparezcan en el mundo.
Seamos Guerreros de Nuestra
Luz, capaces de brillar con nuestras convicciones, verdades y consecuencias.
Para que en el momento que tengamos que dejar a este Mundo podamos sentirnos
conformes y satisfechos de nosotros mismos.
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